Tras la cita de Misano el equipo convocaba una rueda de prensa para anunciar el cambio. Repsol asumía la responsabilidad del mismo, aunque no fue la impulsora, atendiendo a varias razones. Por un lado mostraban su apoyo al piloto y a la fábrica liberándoles de toda responsabilidad, al menos de cara a la galería. Conscientes de la situación de Honda y de Pedrosa, ambos criticados por sus resultados (especialmente la marca) dificultaban las reprimendas por parte de la prensa, que en cualquier caso no faltaron. Se recriminaron las formas, el honor, la fidelidad y lo acertado del salto. Pero algunas voces autorizadas han mostrado su comprensión. Gibernau apoyó la decisión del piloto, asegurando que el piloto debe tener plena confianza en el material con el que cuenta. Doohan defendió con vehemencia el paso dado por Dani, destacando la importancia de que asuma su papel de líder y marque una dirección clara dentro del desconcierto que reina en la marca del ala dorada.
Masumi Hamane (presidente de HRC desde 2007) ha tenido un papel importante en esta situación. Ha estado conforme con el cambio y ha mostrado una vez más su confianza en el piloto catalán. Es el responsable de que una fábrica con los valores de Honda decida romper su longeva y exitosa colaboración con Michelin. Incluso llegó a decir que como ingeniero no comprendía que fallaran tres carreras seguidas. Desde su llegada al cargo Hamane se ha alejado de la mentalidad de sus predecesores. En 2007 sus primeras declaraciones fueron para dejar claro que se habían equivocado con la nueva RC212V y que el piloto pasaría a ser parte primordial en la evolución de la moto. Con sus actos demuestra valorar el talento de Dani y ser capaz de tomar decisiones comprometidas, algo que es de gran apoyo para el piloto español. Por desgracia, el departamento de carreras no ha estado a la altura en este difícil período. Pedrosa se ganó la confianza de Hamane con su victoria en Sachsenring 2007 (era la primera aparición pública del ingeniero japonés) y desde entonces él ha sido su principal valedor dentro de Honda.
Tras el Gran Premio de Misano se produjo el esperado estreno con las gomas japonesas. Aunque su mejor tiempo (con neumáticos de carrera, ya que los de clasificación no los probó) fue notablemente superior a su vuelta rápida en carrera, su ritmo no fue espectacular. Con la misma configuración que había llevado el domingo (motor convencional) no mejoró las prestaciones que tuvo con Michelin (1:35). Fue con el motor de válvulas neumáticas con el que fue capaz de encadenar algunas vueltas en tiempos rápidos (1:34 medios y altos), pese a que no conocía este motor y declaró que aún tenía un amplio margen de mejora. Aunque no fue capaz de rodar al límite, destacó que el carácter de la moto había cambiado completamente. Esta circunstancia permite comprender parte del caos vivido en Honda la pasada temporada. Los pilotos oficiales recibían mejoras para paliar el déficit de prestaciones en su estrenada 800. Pero ambos pilotos aseguraban que estas novedades no suponían una gran diferencia con el material anterior, algo en lo que las gomas francesas tuvieron mucho que ver. Cuando Melandri recibió estas piezas su rendimiento mejoró notablemente y se congratuló de la mejora conseguida con ellas. La diferencia de opiniones estaba justificada, HRC realizó un buen trabajo pero el comportamiento de los neumáticos fue decisivo para poder valorarlas y sacarles partido. Y este es uno de los aspectos que han motivado el cambio, junto con las virtudes de los Bridgestone (constancia y estabilidad en frenada), hechos que dan esperanza al piloto español para mejorar su punto débil y hacer un desarrollo de su montura sin lastres externos.
La cita de Indianápolis suponía el primer Gran Premio para el nuevo binomio, y para añadir dificultad al estreno, el circuito era nuevo y no disponían de datos suficientes para anticiparse a los problemas y poder resolverlos. La climatología complicó aún más las cosas, ya que tampoco habían probado las gomas de agua ni la entrega de potencia del nuevo motor en estas condiciones. Esto hizo que los resultados se resintieran, algo que era de esperar. Dani tuvo bastantes problemas a lo largo de los entrenamientos y no logró una puesta a punto correcta. Su ritmo fue peor de lo habitual, especialmente en seco. No conseguía ir rápido en los tres primeros parciales, sin embargo, siempre fue uno de los más veloces en el último. En el warm up continuó con la floja línea del fin de semana, y no encontró las décimas habituales cuando tiene dificultades. La falta de experiencia con los Bridgestone se hizo notar. Su carrera fue bastante buena teniendo en cuenta las circunstancias. Pese a las excesivas novedades rodó al inicio de carrera próximo a Stoner, confirmando la mejora que ha realizado este año en pista mojada. Muchos periodistas no dejaron de destacar el rendimiento de Hayden y los Michelin y cuestionar lo acertado de la decisión. Recibió críticas por el Gran Premio pero éstas vienen precedidas por no relativizar el resultado. Pese a que el cambio ha sido un salto a lo desconocido, Pedrosa finalizó como el primer piloto Honda-Bridgestone, superando a un gran piloto bajo la lluvia como es De Angelis.
Cuando Rossi comenzó la temporada con un quinto puesto en Qatar, se amparaba en la falta de adaptación a las gomas japonesas para justificar su resultado, y pedía paciencia. Aunque hizo toda la pretemporada probándolos, y una semana antes del Gran Premio de Qatar tuvo tres días de test, aún no tenía todo a su gusto. El tiempo le ha dado la razón. En pretemporada Valentino hizo una distancia similar a la de todas las carreras del año a bordo de su M1. Tuvo un mínimo de seis horas diarias (y cada test consta 2 o 3 jornadas de trabajo) por circuito para modificar los ajustes. Y habría necesitado más tiempo para alcanzar su actual estado de aclimatación. Con estos precedentes es evidente que pretender que Dani aspire a cosechar grandes resultados es una osadía. Hablar de una victoria como necesidad antes de que finalice la temporada es utópico analizando de forma realista. Pero es factible en determinadas circunstancias. Los circuitos más propicios para que esto suceda son Motegi y Valencia. La pista japonesa es la que mejor se adapta al pilotaje de Pedrosa y si consigue con rapidez unos reglajes con los que se sienta cómodo puede dar la campanada. Cheste también es un trazado que se le da bien. Llegará con varias carreras de experiencia y querrá cerrar la temporada de manera exitosa, haciendo pleno en los Grandes Premios celebrados en España. Sus actuaciones en estas pistas servirán para medir lo acertado del cambio (a corto plazo). Si es capaz de vencer en Motegi, o estar con los mejores desde el principio, tendrá razones para el optimismo. Y una victoria en Valencia haría olvidar el debate en torno a su paso a Bridgestone. En cualquier caso, aunque es un paso dado planificando la próxima temporada, sus detractores no dudaran en criticarle si la oportunidad se presenta.
La cita de Indianápolis suponía el primer Gran Premio para el nuevo binomio, y para añadir dificultad al estreno, el circuito era nuevo y no disponían de datos suficientes para anticiparse a los problemas y poder resolverlos. La climatología complicó aún más las cosas, ya que tampoco habían probado las gomas de agua ni la entrega de potencia del nuevo motor en estas condiciones. Esto hizo que los resultados se resintieran, algo que era de esperar. Dani tuvo bastantes problemas a lo largo de los entrenamientos y no logró una puesta a punto correcta. Su ritmo fue peor de lo habitual, especialmente en seco. No conseguía ir rápido en los tres primeros parciales, sin embargo, siempre fue uno de los más veloces en el último. En el warm up continuó con la floja línea del fin de semana, y no encontró las décimas habituales cuando tiene dificultades. La falta de experiencia con los Bridgestone se hizo notar. Su carrera fue bastante buena teniendo en cuenta las circunstancias. Pese a las excesivas novedades rodó al inicio de carrera próximo a Stoner, confirmando la mejora que ha realizado este año en pista mojada. Muchos periodistas no dejaron de destacar el rendimiento de Hayden y los Michelin y cuestionar lo acertado de la decisión. Recibió críticas por el Gran Premio pero éstas vienen precedidas por no relativizar el resultado. Pese a que el cambio ha sido un salto a lo desconocido, Pedrosa finalizó como el primer piloto Honda-Bridgestone, superando a un gran piloto bajo la lluvia como es De Angelis.
Cuando Rossi comenzó la temporada con un quinto puesto en Qatar, se amparaba en la falta de adaptación a las gomas japonesas para justificar su resultado, y pedía paciencia. Aunque hizo toda la pretemporada probándolos, y una semana antes del Gran Premio de Qatar tuvo tres días de test, aún no tenía todo a su gusto. El tiempo le ha dado la razón. En pretemporada Valentino hizo una distancia similar a la de todas las carreras del año a bordo de su M1. Tuvo un mínimo de seis horas diarias (y cada test consta 2 o 3 jornadas de trabajo) por circuito para modificar los ajustes. Y habría necesitado más tiempo para alcanzar su actual estado de aclimatación. Con estos precedentes es evidente que pretender que Dani aspire a cosechar grandes resultados es una osadía. Hablar de una victoria como necesidad antes de que finalice la temporada es utópico analizando de forma realista. Pero es factible en determinadas circunstancias. Los circuitos más propicios para que esto suceda son Motegi y Valencia. La pista japonesa es la que mejor se adapta al pilotaje de Pedrosa y si consigue con rapidez unos reglajes con los que se sienta cómodo puede dar la campanada. Cheste también es un trazado que se le da bien. Llegará con varias carreras de experiencia y querrá cerrar la temporada de manera exitosa, haciendo pleno en los Grandes Premios celebrados en España. Sus actuaciones en estas pistas servirán para medir lo acertado del cambio (a corto plazo). Si es capaz de vencer en Motegi, o estar con los mejores desde el principio, tendrá razones para el optimismo. Y una victoria en Valencia haría olvidar el debate en torno a su paso a Bridgestone. En cualquier caso, aunque es un paso dado planificando la próxima temporada, sus detractores no dudaran en criticarle si la oportunidad se presenta.
1 comentario:
Gracias, fiebre!!!
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